Hola a todos, hoy es mi cumple y lo quiero celebrar con todos vosotros invitándoos a un trocito de tarta, así que no tardéis que no queda casi ejje...
Los que ya me conocéis un poco sabréis que me encanta la nata, mucho más que el chocolate, así por eso elegí este relleno para mi tarta, eso sí, el bizcocho es una receta que no había hecho hasta ahora, es del libro de
Alma Obregón y, como todas sus recetas, sale perfecto, me ha encantado.
Es un bizcocho en el que no se utiliza mantequilla, sino aceite y así reducimos un poco las calorías...
Sin más os dejo con la receta:
INGREDIENTES (para 2 moldes de 18 cm):
200 ml de aceite de oliva suave
200 gr de azúcar
2 cucharadits de levadura química
3 huevos L
1 cucharadita de esencia de vainilla
RELLENO:
Almíbar y nata montada con 2 cucharadas soperas de azúcar
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos dos moldes. Yo he utilizado dos moldes desechables y los he pulverizado con spray específico para desmoldar.
En un bowl, tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.
En el vaso de la batidora-amasadora echamos los huevos, el aceite y el azúcar y batimos hasta que queden bien integrados.
Incorporamos la harina y bajamos la velocidad. Añadimos la vainilla y seguimos batiendo hasta que nos quede una masa homogénea.
Repartimos la mezcla entre los dos moldes. Para que sea exactamente la mitad en cada uno, podéis ir echando cucharadas en uno y otro hasta terminar con la mezcla o como yo he hecho, he repartido más o menos a ojo, pero luego pesamos los dos moldes y ya vemos si hay la misma cantidad. Así nos quedarán dos bizcochos exactos.
Horneamos con calor arriba y abajo durante 25-30 minutos, hasta que comprobemos con un palillo que éste salga seco al pincharlos.
Mientras se hornean, preparamos un almíbar (yo suelo tener siempre un poco en la nevera en un bote hermético).
Yo he calentado en un cazo 100 gramos de azúcar y la misma cantidad de agua con la cáscara de un limón. Éste le dará el toque al almíbar. Vamos removiendo hasta que hierva y retiramos.Dejamos enfriar.
Una vez horneados los bizcochos, los dejamos reposar 5 minutos en su molde y después pinchamos la superficie con una brocheta y pintamos con el almíbar.
Cuando se hayan templado los bizcochos desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla.
Montamos la tarta rellenando de nata montada y decorándola también con nata, a nuestro gusto.
Queda muy rica y llena un montón. Espero que os haya gustado y os endulce un poco el día.
Feliz fin de semana a todos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios. Besos!!!